Las principales características de la Dieta Atlántica son:
- Abundancia de alimentos de temporada, locales, frescos y mínimamente procesados.
- Abundancia de alimentos procedentes de vegetales: verduras y hortalizas, frutas, cereales (pan con grano entero), patatas, castañas, nueces y leguminosas
- Abundante consumo de pescados y mariscos frescos, congelados o en conserva
- Consumo de leche y derivados lácteos, en especial quesos.
- Consumo de carne de cerdo, vacuno, caza y aves.
- Consumo de vino, normalmente con las comidas, y en cantidades moderadas.
- Uso de aceite de oliva para aliñado y cocinado.
- Preparación culinaria preferente: cocción, guisado y brasa.
Patrón alimentario de la Dieta Atlántica
Los principales beneficios de la Dieta Atlántica derivan de su patrón de consumo:
- Consumo de pescados (de mar y de río) y mariscos tres/cuatro veces a la semana, por su aporte en proteínas de alto valor biológico, ácidos grasos ω −3, vitamina D, calcio (pescado pequeño consumido entero o pescados enlatados) y elementos traza.
- Consumo elevado de cereales, patatas y legumbres ya que las dietas ricas en estos alimentos constituyen la mejor manera de aportar hidratos de carbono complejos y fibra alimentaria. Se recomienda el consumo de pan elaborado con harinas de menor extracción y el uso de la cocción para la preparación culinaria de la patata.
- Consumo elevado de frutas y hortalizas por su aporte en antioxidantes y fitoquímicos con potencial antioxidante adicional.
- Consumo diario de leche y derivados lácteos por ser excelentes fuentes de proteínas de alto valor biológico, minerales (calcio, fósforo, etc.) y vitaminas.
Consumo de carnes moderado. Aportan proteína de alto valor biológico, hierro altamente utilizable y equivalentes de niacina.
- Sencillez en la preparación de los alimentos, para mantener la calidad de las materias primas y, por tanto, el valor nutritivo.
- Ingesta abundante de líquidos, fundamentalmente agua. Las condiciones climatológicas y características del suelo de los territorios atlánticos permiten obtener unas aguas de gran riqueza mineral. Además, está reconocido que un consumo moderado de vino, preferentemente con las comidas, es beneficioso para la salud por su aporte en compuestos antioxidantes.
Además los habitantes del eje atlántico sur suelen realizar actividad física todos los días, ya que es tan importante como comer adecuadamente. La estructura poblacional atlántica, con un elevado grado de dispersión, junto con el tipo de actividad profesional tradicionalmente atlántica favorece el mantenimiento de una actividad cotidiana de gran beneficio para la salud. La naturaleza atlántica, terrestre y marítima, permite el desarrollo de actividades de ocio favorecedoras de la actividad física.
ESTUDIOS
https://www.fundaciondietatlantica.com/estudios-cientificos.php
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